Palabra tras palabra.
Una vez le dije: Las palabras no sólo son palabras, sino que adquieren
el sentimiento y los matices propios que les des.
Pero aquella no era yo. Su sonrisa y su valentía aparecen en mi rostro
cuando menos me lo espero. Su impulsividad me ha jugado malas
pasadas a veces.
pasadas a veces.
Creí en algo nuevo, sincero. Pero simplemente era otro engaño de ella.
Él mismo era una farsa. Su mirada, su admiración hacia mí.
Ella odia esa sensación. Él no es nadie para juzgarla, ya que apenas la conoce.
No afirmes lo que no sabes. No busques lo que no te voy a dar.
Imagina una eternidad dulce y otros ojos aviesos.