miércoles, 21 de abril de 2021

The Watcher II

Estaba absorto en su mundo. Pero aún sonreía como un niño concentrado en algo.

Quizás la sonrisa era lo único que lo asemejaba con un niño. Porque todo en él era sensualidad, atracción indiscutible. 

Mis ojos rodaban sobre sus fuertes brazos. Me fijé en que se mordía el labio inferior, pensativo. 

Pensé en decirle algo. Pero, ¿qué podría decir yo a aquel ser de luz?

Cerré los ojos y me di la vuelta. Apreté los puños. No podía dejar de pensar en sus labios. 

En un abrir y cerrar de ojos sentí como su mano aferraba la mía y sus labios se posaban en mi cuello.  

Sabía que aquello no estaría nunca bien. Que era un sueño dentro de otro sueño.

Pero ardería en el infierno con gusto. 

Me di la vuelta y encontré su rostro a escasos centímetros del mío. Su mirada avellana estaba seria, pidiéndome permiso, expectante. 

¿Haría yo esperar a aquel ángel?

Deslizó su mano hacia mi barbilla, sujetándome el rostro para depositar un largo beso en mis labios. 

Aquello sabía a vida; al agua fresca que recorre tu garganta en un sofocante día de verano. También tenía cierto regusto a miel. Me empalagaba de la misma forma en que lo hacía su voz, adhiriéndose a mis tripas. 

Deseé que nunca se separara de mí. 

Y allí siguió. Jugamos a adivinar nuestras formas y a tratar de encajar. 

Notaba el infierno cerca. Me había zambullido de lleno en un torrente de lava que fluía por mi interior, abrasando cada fibra de mi ser. 

Me atreví a mirarlo. Seguía sonriendo, con los ojos entrecerrados y la satisfacción pintada en su rostro. Juraría que ronroneaba. 

Puestos a morir, recorrí su espina dorsal con la uña. Era una curva perfecta.

Pero no tanto como sus labios; siempre sus labios guardando ese arma letal. Aquellos dientes que se me antojaban como unos colmillos relucientes bebiendo de mi sangre y despellejando mi piel.

Dispuesta a sufrir aquella placentera agonía una vez, y otra, y otra. 

El escenario se oscureció y me vi ante otra puerta cerrada. 

La batalla había comenzado. 

Let it be

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And what exactly is a dream?