jueves, 2 de mayo de 2013

Life















Decir que nunca lo harás; hacerlo.
Ver la hipocresía de la gente; pecar de ello.
Fumar por simple curiosidad.
Anhelar lo prohibido.
Machacar a quien más quieres.
Bailar absurdamente.
Pensar que eres libre.
Notar que te miran; sonreír.
No tener ganas de nada a veces.
Encontrarte graciosa.
Perderte en la inmensidad de la noche.
Ansiedad repentina.
Nervios en las tripas.
Despersonalización.
Divisar espinillas en el "mejor" momento.
Desrealización.
Morderte los labios hasta hacerte llagas.
Sentir la necesidad de hacer algo por el mundo.
Ponerte contenta mientras cocinas.
Sentir la suavidad de la almohada al despertar.
Asegurarte de que no te escucha nadie y cantar.
Besar y recibir ese aliento y sabor de los labios que amas.
Sorprenderte aun por esa gatita que nunca te esperaste.
Abrazar sin previo aviso y ser correspondido.

Vivir en un mundo inesperado e impredecible.













Rest

  













Esta es la inverosímil historia sobre un viaje a Portugal.
En aquellas inhóspitas tierras similares a la costa granadina, no encontramos
calidez ni un abrazo de bienvenida. Pero las jornadas de sol, playa, risas y
desayunos consistentes parecieron disipar todo temor.

Ya sabía lo que se escondía; lo que se arrastraba como un lastre desde hacía
tiempo. Pero preferí ignorarlo ya que, al fin y al cabo, no era mío.
Descubrí chillidos ensordecedores, conocí a un joven con cara de "que caiga lo
que sea ya, no discriminaré" con una risa perfecta: JA JA JA.
Me pasaba comiendo las 24 horas del día; nadaba en cerveza de marca blanca.
Cantaba lo mismo una y otra vez; era un bucle melódico y enfermizo.

Me enamoré una noche de barbacoa. Cogí mi Stratocaster invisible y coreé sus
canciones a un ritmo frenético. Nací para ser salvaje. Él me miraba mientras sus
dedos se deslizaban por su teclado, por mi garganta, por mis tripas. Y sonreía.
Un "gracias" y una mirada significativa como despedida. Ahí quedó eso.

Elucubrar sobre mi transparencia y compararla con la de otros. Así pude tirarme
horas.
Cogerla de la mano con cariño durante los viajes hacia un destino desconocido.
Sentir que nunca me voy a sentir diferente ni desplazada si ella está conmigo.

Madrugar para esperar y una preciosa mañana escuchando a borrachos gritar.
Un bocadillo con mucha mayonesa, cucharillas, azucarillos y ganas de dormir.











Let it be

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And what exactly is a dream?