lunes, 12 de diciembre de 2011

Ty

                                                                                                                                  



Hace mucho tiempo que dejé de ser quien soy, pero
aún sigo siendo yo.
Tenía miedo de pisar las amarillentas hojas que rodeaban
mi camino, pero alguien dijo que ese tipo de cosas no
importaban.Estaban muertas, y no volverían a sentir.
Me sentía insegura, vulnerable ante la vida, pero ellos
se han encargado de protegerme y de hacerme sentir mejor
día tras día, acorde tras acorde.
No recuerdo que fue anteriormente de mí antes de conocerles,
pero tampoco tengo necesidad de acordarme.
Y al despedirme, los retengo con fuerza en un abrazo eterno,
hasta el sábado siguiente.

Uno de ellos me levanta del suelo siempre y comienza a dar
vueltas, mostrándome todo a mi alrededor.
Otro siempre me discute, se mete conmigo hasta que me hace
sentir culpable y me abraza finalmente entre risas.
Él se muestra siempre de piedra, pero sé que no es verdad, porque
sus abrazos son dulces.
El barbas es un sir por excelencia, pero me queda el consuelo de que
aún no me ha rechazado ningún abrazo.
De la rata mordoriana no hay mucho que decir, la verdad.Tan sólo
que la quiero a rabiar, aunque sea corta de memoria.
Aunque ojos de sapo y mirada café no estuvieron a mi lado esa noche,
no me olvidé de ellas en ningún momento.
La pecosa siempre me besa con su dulce mirada, y la azabache me 
reconforta con su suave bálsamo.

Aquella escena se quedó grabada en mi retina para siempre.
Todos ellos bailando y riendo a mi alrededor, los sesenta floreciendo
en cuestión de segundos, y en el centro mis Dioses.
No eran de Liverpool, no cantaban, ni siquieran tocaban.Pero lo
intentaban.Por mí.Para verme sonreír.
Creí que estas palabras no saldrían nunca de mis labios, pero si
me dieran a elegir, volvería a nacer en esta época, tan sólo para
volver a abrazarlos, y sentir de nuevo esa cálida sensación.






Let it be

Mi foto
And what exactly is a dream?