Child Of The Moon

Ya no éramos ni la mitad de lo que fuimos. Ahora proliferan las risas enlatadas, los compromisos y una indiferencia que se va anudando con firmeza al corazón. Ni la sombra de lo que soñábamos ser. Que si la tormenta llega algún día que me pille debajo, que diluya mis fantasmas y arrase mi mente. Destroza el muro de tus ojos, aunque yo ya no esté aquí. Cargué toda mi vida sobre tu espalda, una cruz invisible que tendrías que arrastrar, una sangre maldita derramada en tu rostro. Ya no hay nada que hacer ni a nadie a quién le importe. Tal vez cuando todo haya acabado, empiecen a vivir realmente y sonrían ante mi epitafio.

Where Is My Mind?

Íbamos a 120 por una carretera solitaria, disfrutando de la melodía de la canción Where is my mind? La excusa era ir a mirar la lluvia de estrellas, una de las pocas cosas que continuaríamos haciendo juntos hasta el día de hoy. Lo único que me alivia cuando he tocado fondo es un poco de aire; que el viento me de en la cara para poder así cerrar los ojos e imaginarme lejos del mundo. Aquel día, la brisa nocturna de verano era un bálsamo para las heridas, condimentado con amor, mucho amor. Devuélveme a aquella época, a las risas de medianoche, a la hierba cuajada de ranas, a la melodía improvisada de la amistad, a los besos  de caramelo. Aléjame del filo helado.