lunes, 26 de septiembre de 2022

Healer

You know you drive me wild


 Incliné la cabeza hacia arriba, encontrándome con sus ojos. 

Le hacía ver que se equivocaba, señalándoselo con suficiencia. 

Nos miramos largamente, esperando una señal para unir mis labios. Su expresión dubitativa me desgarrada por dentro, y su negación silenciosa hizo que cerrara los párpados con fuerza, anhelando algo que jamás ocurriría. 

Estaba hecho de una dureza hiriente; incluso su áspera sonrisa se clavaba como mil agujas en el corazón.

Sus marcadas facciones y arrugas tempranas me recordaban constantemente el porvenir de aquella quimera.

Evitaba desarrollar cualquier tipo de sentimiento que lo vinculara con alguien, aun rezando cada noche por dormir acompañado.

Recordé aquella tarde en la que se afanó por desaparecer y se sumió en una embriaguez inducida por químicos y alcohol. Semiinconsciente en el suelo, balbuceaba una y otra vez que me alejase cerca. Mis labios maldijeron con media sonrisa su pensamiento ilógico tan sumamente razonado. Abracé su torso deseando que no llegase la madrugada, besé sus sienes mientras susurraba canciones en su oído, derramé lágrimas que caían sobre sus entreabiertos labios. Nunca le hablé de los suspiros que se escapaban de su garganta cuando rozaba su piel ni de su clara mirada clavada en mis ojos cuando se despertó. 

Volví en mí con el rechazo aun latente y rodeé la camilla sin ver nada más que la parpadeante luz que indicaba la salida.

Su mano se enredó con la mía y en cuestión de segundos mi cuerpo yacía sobre la pétrea superficie de metal con sus brazos ejerciendo presión sobre los míos.

Me miraba con ira contenida, resignado. Sus ojos adquirieron la tonalidad del hielo mientras respiraba entrecortadamente. 

"Me estás matando", pensé. 

—No habrá un final. 

Sus palabras provocaron una laceración en mis tripas. 

—Para eso tendría que haber un principio, doctor. 

Mi voz sonó firme al hablar y pude notar con satisfacción como su pulso se aceleraba y chasqueaba la lengua con irritación. 

—¿Qué voy a hacer contigo? 

—¿Y qué vas a hacer sin mi? 

Aun estando en esa tesitura, apresada entre sus brazos, fui capaz de mantener el contacto visual con mi mirada desafiante. 

En ese momento acercó sus labios y los presionó contra mi frente. Estaba sonriendo. 

—¿Dónde te duele? 

Su voz grave se enquistó en mi cerebro. 

—Creo que dolerá más adelante. 

Mordí mis labios inconscientemente al responder, con las lágrimas a punto de asomar. 

Unió su boca a la mia con dureza, y mi corazón dejó de latir para siempre. 

viernes, 23 de septiembre de 2022

Downward



Let me clip your dirty wings





No compartíamos nada, salvo la sed acuciante de sangre.

Había algo en tu forma de moverte que me atraía irremediablemente.

No era capaz de soportar tu cercanía, a pesar de que no significaba nada para ti; te era indiferente mantener el contacto visual mientras rodeabas mi cuello y hablabas distendidamente, ajeno a toda la disyuntiva interna.

Mi vista se nublaba y enfocaba la húmeda tierra bajo mis pies. Mis labios se contraían en una media sonrisa titubeante mientras me deslizaba siempre hacia abajo.

Me concentraba en segar vidas hasta no sentir los nudillos ni la pesada carga de la conciencia. El espeso líquido vertido se convertía en algo indispensable, narcotizando mis sentidos, olvidando el latir desenfrenado de mi disperso corazón.

Deseaba romperme en pedazos para que lo contemplaras y tu rictus impasible adquiriera ese sutil matiz de inquietud.

Dejé de respirar al tercer golpe.

"Respira", susurraba, asiéndome del brazo. 

Nunca era capaz de recordar el color de sus ojos.

Siempre hacia abajo.


jueves, 22 de septiembre de 2022

The Truth

Something in the way



 Buscábamos algo en aquella penumbra.

Bajo la escalera hallé una puerta. Guardé la llave que la abriría más tarde.

Acudí a ti para que me acompañaras. Te mostrabas siempre reacio a mi contacto, con esa sonrisa forzada que ocultaba timidez.

Entre las montañas se iba ocultando el sol. Pronto no quedaría luz que nos amparara.

Sabíamos que aparecerían aquellas criaturas sedientas de sangre.

Me abracé a tu cuello, inhalando esa fragancia que conocía tan bien.

Casi te obligué a besar mi mejilla con mis oníricas pestañas aleteando sobre tus labios. Reías con suavidad mientras me besabas una y otra vez.

Atesoré en mi corazón aquellas muestras de afecto. Pronto te disiparías.

Nos subimos a un coche y comenzamos a viajar a aquella casa. Siempre aquella recurrente casa que me visitaba en sueños y cuya obsesión rozaba el más tierno delirio.

"Debía abrir esa puerta. Allí residía la respuesta al todo."

Manifesté miedo cuando el mar comenzó a azotar la costa y el atardecer se perdía por el horizonte.

Vislumbré el angosto camino hacia el muelle; debíamos apresurarnos.

El acompañante cambió. La escena se tornó esperpéntica y el objetivo se fue difuminando conforme pasaba el tiempo.

Había caído ya la noche y necesitaba alejarme de todo. Los rostros conocidos me instaban a confortables ensoñaciones.

Intenté proseguir, pero había perdido el rumbo.

Aquella casa se convirtió en un borroso recuerdo y la llave desapareció de mi vida.

La media sonrisa ha vuelto a acompañar mi sueño.

Let it be

Mi foto
And what exactly is a dream?